Este artículo tiene como objetivo ilustrar las prácticas Agile y brindar orientación al equipo ágil sobre la adopción de Agile para la implementación de sistemas de TI. Fue desarrollado en base a prácticas Agile comunes en la industria y las experiencias obtenidas de los diversos proyectos piloto.
- Productos aptos para el propósito . Comenzar con un MVP y desarrollarlo de forma incremental permite a los clientes ver el producto emergente y modificarlo cuando sea necesario. Convergiendo así en el mejor resultado posible y entregando un producto que realmente funciona.
- Tiempo de comercialización más rápido. No más esperas interminables por un producto que ha pasado su fecha de caducidad incluso antes de que llegue. El MVP saca un producto de trabajo de la puerta más rápido con complementos que lo siguen de forma rápida y abundante.
- Un pronto retorno de la inversión (ROI). Un producto base se entrega rápidamente y permite que los beneficios se obtengan desde el principio a medida que el producto continúa desarrollándose. El regreso comienza antes y se construye a partir de ahí. Esto logra un ROI mucho más rápido.
- Flexibilidad. Lo único que es seguro en la vida es el cambio. En lugar de ponerse las esposas del control de cambios y nadar contra la corriente, Agile acepta el cambio e incluso lo alienta. Esto está mucho mejor alineado con la forma natural de vida (empresarial).
- Menos riesgo. Comenzar con algo más pequeño y construir a partir de ahí reduce enormemente el riesgo de fracaso total. En las raras ocasiones en que las cosas van un poco mal, se pueden arreglar a un costo razonable. Incluso los desastres menores ocurren de forma rápida y económica.
- Alta visibilidad. Agile proporciona una excelente visibilidad para las partes interesadas clave con respecto tanto al progreso como al producto emergente en sí. La participación y la colaboración continuas significan que no más silos de proyectos o áreas prohibidas.
- Mayor eficiencia. La mejora continua es una parte clave de una cultura ágil reflexiva. Se utilizan métricas ampliamente publicitadas para medir el rendimiento y los equipos buscan continuamente formas de hacer las cosas. Más rápido, más barato, mejor es el mantra, pero no a expensas de la calidad de las entregas.
- Previsibilidad. Un resultado exitoso está prácticamente garantizado: la empresa obtendrá lo que quiere. Los resultados positivos se obtienen a corto plazo y esto promueve una actitud ganadora. El éxito genera confianza y conduce a un éxito aún mayor, creando así un círculo virtuoso.
- Clientes satisfechos. Independientemente de los criterios que se apliquen para analizar la satisfacción del cliente, espere mejoras tangibles desde el principio. Todo y todo lo ágil debería hacer que esto sea una obviedad, así que tenga cuidado si los comentarios son algo menos que brillantes. Esta es la última prueba de fuego.
- Mejor cultura y moral. Por último, pero ciertamente no menos importante, el resultado final de esto son conejitos felices por todas partes. Un ambiente feliz en el negocio y sonrisas satisfechas en los equipos de proyecto. Esto conduce a una fuerza laboral más feliz y una cultura ganadora donde los proyectos exitosos, no los fracasos, son la norma.